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Despidos

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En el acceso a Esquel, frente a la Sociedad Rural, en Ruta 259 que une Esquel con Trevelin, se llevó a cabo ayer una manifestación de los trabajadores de la construcción convocada por la delegación regional de la Uocra.

“Tuvimos una asamblea el día viernes y con todos los compañeros decidimos venir a la ruta para ser escuchados, para que el gobierno municipal, provincial y nacional que la gente de la construcción la estamos pasando mal”, dijo Joaquín López, a modo de vocero de los manifestantes. Advirtió que se produjo el despido de unos 40 obreros que venían trabajando en la construcción de los desagües pluviales.

“Hicimos una panfleteada, sin corte de ruta ni nada, y pedimos disculpas a la la gente pero lo que pedimos es trabajo, necesitamos una respuesta, no queremos subsidios, queremos respuestas del gobierno nacional y provincial. Vamos a seguir luchando hasta que llegue la respuesta, pedimos que hagan algo porque todos los años pasa lo mismo: ahora estamos todos parados y cuando venga la veda invernal vamos a seguir en la misma”.

López hizo hincapié en que ante la falta de respuestas “tenemos que salir a la ruta a movilizarnos para que nos escuchen porque como obreros de la construcción la estamos pasando mal. Queremos que Arcioni vea esto y vaya a pedir respuestas urgentes a la Nación. La gente de la construcción esta toda parada porque las obras están paradas, encima traen gente de afuera”.

El vocero de la Uocra adelantó la intención de “seguir peleando por la mano de obra local. En la empresa Vialtec tienen que reincorporar a los 40 compañeros que despidieron, la obra de la ruta 40 esta paralizada, siempre pasa lo mismo, si no la quieren hacer que se la den a otro porque estamos cansados”.

Desocupados de la construcción 

 Antes de finalizar, el delegado señaló que “hoy por hoy hay más de 2.500 personas desocupadas de la construcción, que no tienen plata para llevar un plato de comida a su casa. Por eso lo único que pedimos es trabajo, por nuestra dignidad y si tenemos que estar un mes en la ruta, vamos a estar un mes”.

La comisión directiva del gremio recorrerá yacimientos en la Cuenca Neuquina para hacer asambleas. Aseguran que no hay respuesta de las empresas y que podría haber más reducción de personal. Consideran parar las actividades en la formación.

A poco más dos semanas de que termine la prórroga de la conciliación obligatoria, que acordaron los gremios con las cámaras de empresas de servicio, Petroleros Privados se prepara para dos semanas de lucha ante el reclamo de “respuestas” y la posibilidad de nuevos despidos.

El próximo lunes, la comisión directiva del gremio, con Guillermo Pereyra a la cabeza, comenzará un período de recorridas por la mayoría de los yacimientos de la Cuenca Neuquina para realizar asambleas informativas y adelantar los planes de lucha que liderarán si no hay novedades antes del 28 de enero, cuando vence el plazo de conciliación, según comenta RÍO NEGRO.

“Tiene que haber una definición antes del 28 de enero porque no hay más prórrogas. Hasta ahora no hemos visto ningún avance, preguntamos cuándo nos juntamos, cuándo nos sentamos y no hay interés de las empresas. Vamos a llegar al 28 sin soluciones y algo tiene que quedar claro: no hay más prórrogas”, aseguró el secretario general de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, en diálogo con Río Negro.

El 27 de diciembre, los gremios y las cámaras empresariales acordaron voluntariamente extender el período de conciliación obligatoria para poder encontrar una solución al conflicto que dejó a 1847 operarios con incertidumbre entre despidos y suspensiones.

Según precisó Pereyra, por el cese en la actividad en Vaca Muerta se bajaron 17 equipos de perforación que derivaron en 427 operarios suspendidos y cerca de 40 despedidos. A ese número se sumaron 824 operarios abocados al sector de fracturas hidráulicas más 556 de servicios e insumos como agua y arena.

En paralelo, Pereyra confirmó que hay otras empresas de servicio además de Weatherford, San Antonio y Schlumberger, que quiere sumarse a los despidos y suspensiones. “Los problemas se siguen agravando porque hay más empresas que quieren empezar a sumarse a la otras y entrar en período de suspensión, pero les hemos dicho que no”, agregó el sindicalista.

Puertas adentro, el gremio dio la orden de suspender las vacaciones de todos los dirigentes que se encontraban de licencia y a partir de lunes el secretario Adjunto, Ricardo Astrada, el secretario Administrativo, Marcelo Rucci y el secretario Gremial, Daniel Andersch, serán algunos de los que acompañarán a Pereyra y en tour de yacimientos.

Por más medidas de fuerza que aplique el gremio el escenario que atraviesa la industria en este tramo del año es complejo. Desde el gobierno nacional se enviaron mensajes contradictorios con la suba y baja de retenciones y con la suspensión del aumento de combustibles. Dos medidas que tuvieron un fuerte impacto en el sector que, como se dejó entrever al cierre del año, no se reactivará, mínimo, hasta mitad de año.

Serán dos semanas calientes de mucho despliegue sindical que pone el peligro los acuerdos de no hacer paro de actividades en Vaca Muerta y deja entrever que la industria aún no está lista para retomar el nivel de actividad previo a agosto.

La prórroga voluntaria de la conciliación le sirvió tanto a los gremios como a las empresas de servicio para ganar tiempo y evaluar el camino a seguir.

Para el gremio, el tiempo caducó y es momento de respuestas, pero en la vereda de enfrente las necesidades son otras.

El nivel de actividad en la formación volvió a caer en diciembre y no hay señales de un repunte significativo en el corto plazo.

Un escenario que las empresas previeron y por eso aceleraron los despidos ante la posibilidad de que el gobierno de Fernández hiciera más difícil la reducción de personal, algo que también sucedió.

De momento, pareciera que en la Vaca Muerta 2020 no hay lugar para los 1900 despedidos y suspendidos que dejó la crisis del año pasado.

La gestión del presidente Mauricio Macri llega a su fin esto próximo 10 de diciembre. Las políticas económicas recesivas han tenido un fuerte impacto cuyo correlato fue en muchas ocasiones la pérdida de fuentes de trabajo. A lo largo de los cuatro años de gestión, desde diciembre de 2015, se perdieron 5.800 empleos en Chubut.

Mientras para diciembre de 2015 cuando asumió Macri la provincia contaba con 101.400 asalariados registrados en el ámbito privado, para septiembre de 2019 (último dato disponible desde la cartera de Trabajo de Nación) hay 95.600 trabajadores.

Sin embargo, en el balance de estos cuatro años, el que estamos transitando no ha sido el más complicado al menos desde las fuentes laborales. De acuerdo con las cifras oficiales a lo largo de 2019 se destruyeron 300 empleos, más allá que reste aún los datos para octubre, noviembre y diciembre.

El peor año de la provincia fue 2018. Hubo una merma de 2.600 fuentes de trabajo, en un contexto de fuerte volatilidad cambiaria que hizo que el dólar saltara de los $20 a los $40 y con una inflación del 50% para la Patagonia. También en 2016, durante el primer año de gestión de la actual administración nacional fue otro período con fuerte devaluación tras la salida del Cepo Cambiario, que dejó afuera del mercado de trabajo a 2.400 personas como corolario.

En tanto que, en 2017, único año de crecimiento que registro la gestión macrista, fueron 500 los puestos que se perdieron.

El balance fue siempre negativo a lo largo de los cuatro años para Chubut. Y el dato de septiembre de 2019 lleva a los valores de empleo similares a los que cerraba Chubut en 2013, seis años atrás.

En el resto de la región, la situación fue bastante similar en la tendencia, a excepción de Neuquén, que tuvo crecimiento de fuentes de empleo, fundamentalmente apoyada por el boom del yacimiento no convencional de Vaca Muerta y la fuerte apuesta de inversión que llevó adelante el Gobierno Nacional. En dicha jurisdicción se crearon 7.400 empleos en los cuatros años que pasaron.

En Santa Cruz, las bajas llegaron a las 8.400, mientras que en Río Negro los trabajadores que quedaron sin empleo superaron los 10.000. Y en Tierra del Fuego, en tanto, fueron 10.600 menos. En La Pampa hubo 900 empleos menos. Es decir que en toda la Patagonia desde fines de 2015 hasta la actualidad se destruyeron 28.400 empleos del sector privado.

Datos país

Según el último reporte de Trabajo de Nación, en septiembre En septiembre de 2019 se registraron 6.074.553 asalariados en el sector privado, 138,7 mil menos que en el mismo mes del año anterior (-2,2%). En términos desestacionalizados presentó una variación de -0,4% (-22,7 mil trabajadores).

Tres de las 24 jurisdicciones registraron aumentos interanuales en la cantidad de asalariados registrados en el sector privado: Neuquén (+5,4%), Santa Cruz (+1,2%) y Salta (+1,1%). Las mayores caídas se dieron en Formosa (-4,6%), San Juan (-4,8%), Santiago del Estero (-5%), La Rioja (-6,4%), Catamarca (-6,7%) y Tierra del Fuego (-10,4%). Teniendo en cuenta su peso en el empleo total, las provincias que más incidieron en la dinámica general fueron Córdoba (-3,6%), Buenos Aires (-2,7%), CABA (-2,3%) y Santa Fe (-2%).

En la evolución mensual desestacionalizada, 6 de las 24 provincias mostraron aumentos del empleo con respecto a agosto. Las de mayor expansión fueron Formosa (+0,1%), Chaco (+0,1%), Misiones (+0,1%), Tucumán (+0,2%), Neuquén (+0,4%), y La Pampa (+0,5%). Las de mayores caídas se observaron en La Rioja (-0,6%), Mendoza (-0,6%), Santa Cruz (-0,6%), San Luis (-0,7%), Corrientes (-0,7%), San Juan (-1,2%) y Tierra del Fuego (-1,3%).

Cuatro de los catorce sectores tuvieron crecimientos interanuales en la cantidad de asalariados registrados. Los aumentos se dieron en Explotación de minas y canteras (+5,1%); Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+1,3%), Suministro de electricidad, gas y agua (+0,8%) y Enseñanza (+0,4%). El resto de los sectores presentó variaciones negativas. Intermediación financiera (-1,6%), Hoteles y restaurantes (-2,4%), Transporte, almacenamiento y comunicaciones (-2,9%), Comercio y reparaciones (-3,6%), Construcción (-4,2%) e Industrias manufactureras (-4,5%).

En la variación mensual sin estacionalidad, el crecimiento relativo se dio en 3 sectores : Explotación de minas y canteras, Intermediación financiera y Enseñanza. Por otro lado, el resto de los sectores presentaron caídas en el empleo: Suministro de electricidad, gas y agua (-0,2%), Servicios sociales y de salud (-0,2%), Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-0,3%), Comercio y reparaciones (-0,3%), Industrias manufactureras (-0,3%), Hoteles y restaurantes (-0,5%), Construcción (-2,6%) y Pesca (-2,8%).

Schlumberger, San Antonio y Weatherford cursaron ayer entre 400 y 600 telegramas de despidos en Neuquén en el marco del retroceso de la actividad tras el decreto que pesificó el precio del petróleo. La Secretaría de Trabajo se apresta a dictar la conciliación obligatoria. La estrategia de Pereyra.

Las mayores empresas de servicios del sector petrolero enviaron ayer entre 400 y 600 telegramas de despido en Neuquén en el marco de la caída de la actividad que se acentuó tras la pesificación del precio del petróleo que dispuso en agosto el gobierno Mauricio Macri a través del Decreto 566. Schlumberger, la mayor proveedora de la industria a nivel global, comunicó la desvinculación de unos 300 operarios de servicios de completación de pozos.

San Antonio, la principal compañía de equipos torre, que es controlada por el fondo Lone Star, formalizó el despido de 150 trabajadores que se encontraban en un programa de suspensiones sin actividad asignada desde hace meses. Y Weatherford tiene previsto avanzar hoy en la misma línea, según confirmaron a EconoJournal tres fuentes privadas sin contacto entre sí.

La medida puede impactar por la cantidad de operarios involucrados, pero no sorprende a los sindicatos ni tampoco al Gobierno. Al contrario. Tanto Guillermo Pereyra, líder del gremio de petroleros privados, como Manuel Arévalo, de

Jerárquicos, hicieron declaraciones en los últimos días a la prensa local sobre la fragilidad y el deterioro del tejido laboral en Neuquén. Desde hace tiempo las empresas de servicios nucleadas en la Ceope vienen advirtiendo desde el primer trimestre del año sobre la necesidad de encarar una readecuación de las dotaciones en Neuquén.

Los sindicatos impugnarán los telegramas que se cursaron ayer y solicitarán la intervención de la Secretaría de Trabajo, que terminará dictando una conciliación obligatoria, según el derrotero que descuentan las empresas del sector.

En Neuquén, donde la industria petrolera emplea a más de 20.000 trabajadores en forma directa (la cantidad creció con fuerza en los últimos años de la mano del desarrollo de Vaca Muerta), no muchos tienen en claro cómo se encauzará el conflicto. Pereyra advirtió que respondería con un paro si las proveedoras de servicios, que son las que tienen contratado a la mayor parte del personal petrolero, avanzaban con los despidos. Si Trabajo dicta la conciliación se abrirá un cuarto intermedio por 10 días para que las partes negocien alternativas, informó El Comodorense.

El sindicato paralizó las actividades en una empresa por despidos. Confirmó que hay 1.800 trabajadores en sus casas.

El secretario general de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, advirtió que ya son alrededor de 1.800 los trabajadores del sector afectados por la paralización de equipos en Vaca Muerta. Señaló que algunos fueron suspendidos y otros recibieron telegramas de despido a raíz de la crisis que se generó en la actividad por el impacto del congelamiento del barril de petróleo y el “cuello de botella” en la producción de gas.

El dirigente afirmó ayer que el gremio paralizó las operaciones en la empresa de servicios norteamericana H&P tras el despido de unos 50 trabajadores.

“Mandaron los telegramas sin ningún tipo de comunicación previa ni argumento. Se habla de que van a ser entre 80 o 90”, planteó. Si bien se esperaba que la secretaría de Trabajo de la Nación dictara la conciliación obligatoria, Pereyra aclaró que ambas partes debían retrotraer sus acciones, algo que la firma no parecía dispuesta a hacer. “Dijeron que la orden es de Estados Unidos y no tiene vuelta atrás”, sostuvo.

A la situación de crisis sumó que Schlumberger también redujo sus sets de fractura y hoy “no tiene ninguno” y que San Antonio “tiene 400 compañeros en situación de suspensión”. “Muchas empresas han llegado a acuerdos para que no se queden sin trabajo”, indicó el dirigente y dijo que parte de la remuneración se les está pagando en negro –no remunerativa– “para que la carga no sea tan fuerte para las partes y que los compañeros puedan seguir percibiendo lo mismo sin que se vea afectado su salario”.

Vaca Muerta se enfrenta a un mal fin de año por el desatino de medidas nacionales y suma ahora la incertidumbre por el cambio de presidente. El decreto de necesidad y urgencia 566 que había congelado el precio del barril de petróleo perderá vigencia esta semana, pero la salida propuesta no traerá resultados inmediatos, según anticipan desde el sector.

“Tenemos que esperar qué es lo que va a pasar”, analizó Pereyra, quien cuestionó a las empresas por el “apuro” en tomar medidas a menos de un mes del traspaso de mando presidencial. “Es un trabajo que tenemos que hacer todos. Aún no está el plan energético del nuevo gobierno, pero tenemos que saber esperar y acompañar”, aseveró.

En la audiencia de conciliación se retrotrajeron los despidos pero siguen vigentes las suspensiones para todo el personal.

En Capital Federal se realizó la audiencia de conciliación por los 900 despidos en la obra de montaje del parque eólico Chubut Norte, en Puerto Madryn. Los despidos se retrotrajeron pero siguen vigentes las suspensiones para el personal. Genneia ratificó la decisión de dejar cesante a todo el personal debido a las restricciones fijadas por el Banco Central de la República Argentina. Si esto no se resuelve deberá buscar nuevas líneas para obtener financiamiento para la ejecución del proyecto, gestiones que demandarían un plazo mínimo de 180 días. Habrá otra audiencia el miércoles.

En la audiencia estuvieron Mateo Suárez, secretario general de la Unión de Obreros de la Construcción; y representantes de Genneia, Nordex Windpower SA, MILIC SA, Pretensados SA e ISOTRON. Nordex Windpower y MILIC se comprometieron a pagar en plazo la segunda quincena de octubre. En el acta se deja constancia que como máximo dicha quincena deberá depositarse esta mañana. Las partes se comprometieron a mantener una mesa de “diálogo permanente para atender las problemáticas de la obra de forma conjunta e integral”, reza en el acta firmada por las partes.

Genneia, encargada del proyecto eólico, adjuntó como documentación “la totalidad de las presentaciones efectuadas ante el Banco Central” y lo elevado por la Cámara Eólica Argentina “dando cuenta del conflicto generado a partir de las restricciones bancarias impuestas” por la entidad bancaria que fija la política monetaria del país, publicó Diario Jornada.

La firma alimenticia Mondelez, paralizó la producción en su planta de la localidad bonaerense de Pacheco. Debido a esta decisión, se teme por la continuidad laboral de los 1.200 trabajadores que se desempeñan en la compañía.

Desde la empresa aseguran que «no tiene sentido seguir produciendo si los productos no se venden y el encarecimiento de los costos de producción dificulta el desarrollo del trabajo», según relevó Mundo Gremial.

Por su parte, el Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación de Buenos Aires (STIA), tomó cartas en el asunto con motivo de evitar despidos y anticiparse a posibles conflictos.

En la fábrica se desempeñan más de 1.200 operarios con diversas funciones, lo que la convierte en una de las productoras de alimentos más grandes de la Argentina. No obstante, la planta continúa paralizada desde hace días y el panorama es muy poco alentador, ya que no se avizoran mejoras en el consumo y por lo tanto no hay reactivación del mercado, resaltó IProfesional.

Las alimenticias comercializan la mayor cantidad de sus productos en el mercado interno, con lo cual la crisis generalizada repercute directamente en las finanzas de la empresa.

Los trabajadores hicieron un “piquete” en los talleres y aseguran que hay varios despidos sin causa. La empresa mantuvo su posición y advirtió que hay “59 vidas” en juego.

Un grupo de choferes de la empresa Don Otto se manifestaron en los talleres de la empresa en Trelew por el despido de un trabajador. Desde la firma aseguraron que la desvinculación fue por haber corroborado que el conductor estaba mascando hojas de coca en momentos en que se desempeñaba en su labor.

Desde el gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) aseguran que no intervinieron formalmente ya que sólo recibieron la notificación de un delegado, pero que el conductor no se acercó para presentar la documentación con el telegrama de despido.

Ajustes

Los empleados desmintieron a la Gerencia y aseguraron que la compañía está llevando adelante un plan de ajuste con desvinculaciones en los últimos meses sin causa alguna. Ayer hicieron una suerte de piquete para no dejar salir a las unidades que ingresaban al taller.

Marcelo Carro, el chofer despedido aseguró a Jornada que “el jueves me mandaron el telegrama firmado por los gerentes Eduardo Padilla y Gustavo Iglesias. Respondí el informe y ellos alegan una prueba que no existe. Tengo 13 años de antigüedad en la empresa y no me reconocieron ni siquiera el descargo porque aludieron causas que dicen que son cosas que los inspectores vieron”.

Mascando coca

Sobre los argumentos del telegrama indicó que, “manifiestan que yo estaba en un parador coqueando y manejando. Coqueando es mascar la hoja de coca en su estado natural. Cosa que es mentira porque yo esa mañana me encontraba desayunando con un chofer que venía de pasajero con nosotros. Estaba tomando mate y había parado en el parador como hacemos siempre, cuando aparecieron los inspectores».

«Hicieron los informes, yo tenía todo en estado, pasajeros, equipaje y hace 10 días atrás aparece un informe que dice que los inspectores me vieron coqueando en la terminal, cosa que es mentira. Aducen eso en el despido, no tienen una prueba contundente como el hisopado, tampoco me retuvo el carnet. No tienen ninguna prueba y el inspector a cargo de la operación firmó una planilla y en las observaciones no puso absolutamente nada”, dijo.

La compañía cuyas operaciones se iniciaron en 1958 en la ciudad de Córdoba cuando Primo Meroli y un grupo de socios emprendieron una iniciativa comercial dedicándose a la venta de artículos del hogar, confirmó su decisión de cerrar definitivamente.

En un comunicado, la firma dijo: «En virtud de la situación macroeconómica adversa imperante en el país, y luego de haber analizado diversas opciones para revertir la compleja situación económico-financiera que la compañía viene padeciendo desde hace algunos ejercicios, Meroli lamenta tener que cerrar sus puertas a partir del día 21 de octubre de 2019».

«Se trata de una decisión de última instancia, tomada con el objetivo de asegurar el cumplimiento de todas las obligaciones con el personal, a quienes agradecemos el esfuerzo y la dedicación brindados a lo largo de todos estos años», añadió la firma en el comunicado.

Meroli tenía dos locales en la capital de Córdoba y siete más en localidades del interior de esa provincia; hasta el 2016 la firma venía desarrollando un plan de expansión con el que estaba proyectando extenderse a otras provincias.

Como parte de ese plan de expansión que ahora quedó sepultado, la compañía sumó en 2016 un Centro de Distribución de 5000 metros cuadrados ubicado sobre la ruta 19, en Córdoba, para garantizar una mayor variedad de productos y una entrega más rápida.

La última sucursal de Meroli había sido abierta en 2011 en la ciudad de Jesús María aunque en 2012 la firma se amplió en el centro de la capital provincial ganándose un nuevo lugar en la peatonal.

Por más de una década se convirtió en una de las cadenas de supermercados y de distribuidoras mayoristas más grandes del norte argentino. Pero fruto de problemas financieros en un contexto económico nacional complejo, Luque cerró sus puertas.La firma del empresario tucumano Emilio Luque quebró y decidió cerrar. Es así como despidió a sus 1.200 empleados, distribuidos en los más de 20 locales que tenía en Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y Salta.

Los representantes de la empresa ofrecieron a los trabajadores en Tucumán el 60% de la indemnización en trece cuotas, y se espera una decisión sobre si se acepta esta propuesta. De ser así, sería girada a los empleados despedidos de Santiago del Estero, 158 de Capital, para ser analizada.

«No nos llegó una notificación, pero prácticamente está cerrado, no hay venta ni mercaderías. Existe una propuesta de 60% de la indemnización, pero todavía no paga julio, agosto y septiembre, y ahora llega octubre», señaló Víctor Paz, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio de Santiago del Estero, en diálogo con el diario El Liberal.

«Estamos viendo cómo hacer para arreglar eso. Por el momento no hay ningún acuerdo. Se hizo una propuesta en Tucumán del 60% de liquidación, cuando se apruebe allá, lo girarán acá. Si se acepta acá, entrará al acuerdo el trabajador que quiera o bien irá a una demanda judicial», explicó sobre los próximos pasos.

Paz también señaló que «la empresa comunicó sobre la convocatoria de acreedores que puso en marcha la firma. Y debemos manejarnos todos dentro de la convocatoria, incluido el pago a los trabajadores. Luque habla de arreglar por fuera, pero hay que hacerlo por dentro», recalcó.

«Era un final anunciado que en la empresa venían dilatando. La firma no tenía intención de reabrir porque las inversiones del supermercado las llevaron a otros negocios como el ingenio y el tema de la molinera», apuntó.

Luque es un empresario que diversificó sus negocios a partir de la cadena de supermercados: en marzo de 2018 le compró a Atanor los ingenios Marapa y Concepción, respectivamente, el segundo mayor del país y de Tucumán. Emilio Luque cerró ambas operaciones por un total de US$200 millones. También cuenta con un molino, entre otras empresas.

En el ingenio Concepción ocupa a 1.200 trabajadores y en el Marapa tiene 200 empleados en planta y 30 fuera de convenio. El año pasado comenzaron los primeros problemas en los ingenios, porque no tenían plata para pagar los sueldos y no podían empezar la zafra. Incluso, terminó la molienda mucho antes que otros ingenios.

Ahora cerró Luque y al sindicato en Tucumán le ofreció pagar la indemnización en el orden del 60% y en 13 cuotas.