Juezas. Mengoni (izquierda) y Skanata, las juezas de la sentencia
Era marihuana que enviaban desde Eldorado, Misiones. Hay cuatro procesados por jueces de esa provincia y dos son de la capital chubutense. Una perra antinarcóticos detectó una carga de siete kilos. La conexión en la capital chubutense.
Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez
La Justicia Federal confirmó los procesamientos de dos sujetos involucrados en el envío de marihuana desde Misiones hasta Rawson. Se trata de Julio Gabriel Salamanca y Heriberto Ricardo Toledo. Son parte de un grupo que incluye a un hombre de apellido Núñez y a Yanina Urquiza. Todos están procesados por transporte de estupefaciente.
El fallo es de Mirta Delia Tyden de Skanata y Ana Lía Cáceres de Mengoni, de la Cámara Federal de Apelaciones de Posadas.
En marzo de 2017, Gendarmería Nacional en un control de rutina en el sector de despacho de encomiendas del local de Vía Cargo/Vía Bariloche de la ciudad de Eldorado, Misiones, halló tres encomiendas con droga. Las detectó el can Nara. El remitente era Núñez: dos iban a la terminal de Santa Fe y otra a Rawson, en Chubut. El destinatario era Salamanca.
En las cajas había seis paquetes envueltos en cinta de embalar transparente y globos piñata naranja, violeta y amarillo, y trozos de gomaespuma, con 24 kilos y medio de cannabis sativa en flor. El juez ordenó detener a Salamanca. Siete kilos y medio eran para Chubut.
Las filmaciones de seguridad de la empresa de transporte identificaron a tres hombres llevando tres cajas de cartón y uno de ellos haciendo el despacho: era Núñez. Fue detenido.
En la capital chubutense, Gendarmería se apostó en la oficina de despacho de Vía Cargo. Detuvieron a Urquiza, que en nombre de Salamanca se presentó a retirar la encomienda.
Las intervenciones telefónicas mostraron que “la elocuencia de los diálogos permiten observar el acuerdo de voluntades a efectos del envío de estupefacientes, como así también la coordinación necesaria que surge del aporte de los datos de quien sería el destinatario, Salamanca”.
También hay diálogos vinculados con Urquiza, “a tenor de los cuales logra apreciarse su conocimiento acerca del envío de estupefacientes que se verificó que se trataba de las encomiendas remitidas desde Misiones”. Se estableció la conexión entre los imputados y el conocimiento previo sobre el envío de marihuana.
Toledo intervino en el traslado hasta la empresa para su despacho. Estuvo en la estiba de una de las cajas desde el remise hasta el mostrador de la transportadora. “Su participación prestando una colaboración de mano propia consistente en el acarreo de un bulto no se presenta como producto de una mera casualidad (…) Tratándose de marihuana –estupefaciente que Toledo no desconocería en virtud de las fotos obtenidas de su propio celular, indican que Núñez adoptó los recaudos del caso a fin de la colaboración de la persona que lo asistiría en tan delicada tarea”.
En su declaración indagatoria, Salamanca explicó que “conozco a la señora Urquiza y sé que vende droga porque vive al lado de la casa de mi hermana, que está en pareja con el hermano de la señora detenida; en Rawson todos saben que ella vende droga; hace cuatro semanas me pidió mis datos personales para retirar una encomienda porque supuestamente le tocaba trabajar de niñera y no podía ir a retirarla, me dijo que le iban a mandar ropa y un par de cosas más, y yo como tengo confianza con ella porque la conozco desde los trece años, le di mis datos personales”. Cuando le preguntaron por qué le dio sus datos sabiendo su vínculo con los estupefacientes, respondió: “Nunca pensé que se iba a tratar de droga, ella me dijo que le iban a enviar ropa”.
Dijo que Urquiza cuidaba niños. “En tres oportunidades Urquiza me preguntó si quería ir al Correo Argentino a depositar dinero para una persona, pero le dije que no porque no sabía quién era o de qué se trataba”. Admitió que era consumidor de marihuana. La dejó hace dos años desde que empezó a ir a la iglesia.
El fallo consideró poco creíble que se hubieran tomado tantos recaudos para retirar una simple encomienda con ropa. Y advirtió sobre el muy diferente peso de cualquier indumentaria con el real contenido de las cajas.
Fue “llamativo” el intento de Salamanca de deslindar toda relación con Urquiza cuando en realidad el paquete iba a su nombre. El hombre no explicó por qué la caja no fue directamente para la mujer, “quien no registra impedimento alguno para recibir encomiendas; de hecho, la misma concurrió personalmente a la terminal de Rawson en horas de la siesta a reclamar el envío”.
Fue contradictorio que le tenga confianza pero que a la vez se haya negado a enviar o recibir dinero con ella. “A la par de haber manifestado que conocía que Urquiza se dedicaba a la venta de estupefacientes, no menos cierto es que le suministró sus datos sensibles para recepción de una encomienda”. La Cámara pidió profundizar la investigación de las comunicaciones celulares de Salamanca, el hombre de Rawson