El hijo de Isabel II, hasta ahora príncipe de Gales cumplirá 74 años. Es el primero en la línea de sucesión al trono británico una vez fallecida la Reina. Eligió el nombre de Carlos III para su reinado.
Este jueves por la tarde falleció la Reina Isabel II del Reino Unido y se pusieron en marcha los protocolos (Operación Unicornio y London Bridge is down) que el Palacio de Buckingham tiene preparados desde hace décadas para este momento, y que detallen desde cómo comunicar la noticia, como realizar las exequias hasta el funcionamiento de la administración financiera y pública durante las próximas semanas. Marcan también, el protocolo sucesorio de la corona británica.
El hasta ahora Principe de Gales, Carlos, hijo de Isabel II, es el primero en la línea de sucesión al trono británico. Ha elegido mantener su nombre para su reinado, tal como lo hizo su madre. Será Carlos III. Su abuelo Alberto, por ejemplo, prefirió el nombre de Jorge VI.
Uno de los elementos más importantes será el tratamiento de Camila, la esposa de Carlos. Desde su matrimonio, en 2005, Camila no ha utilizado el título de princesa de Gales que le corresponde por derecho por ser la mujer del heredero, presentándose como la duquesa de Cornualles o la duquesa de Rothesay (en Escocia), otros dos títulos que tiene su esposo.
Durante muchos años se ha especulado con cuál habría de ser el tratamiento de la futura reina, hasta que Isabel II zanjó el asunto el 5 de febrero, la víspera de su 70º aniversario en el trono, al afirmar que esperaba que Camilla adoptase el título de reina consorte que le corresponde, aunque un sondeo publicado en la ocasión indicaba que solo el 14% de los británicos estaba de acuerdo.
Como ha quedado claro desde que se ha emitido el comunicado de la muerte de Isabel II, Camila recibirá el tratamiento de reina consorte.
Los preparativos para el fallecimiento de la reina han permanecido durante mucho tiempo en secreto, y el Gobierno británico lleva décadas organizándose para la ocasión. La muerte de la reina madre, en 2000, y del duque de Edimburgo, esposo de la reina, el año pasado, sirvieron de ensayo general para el fallecimiento de Isabel II.
Entre otras cosas, inmediatamente después de la muerte de un monarca británico, se convoca lo antes posible (generalmente, en un plazo de 24 horas) un Consejo de Ascensión, que por norma general se reúne en el palacio de Saint James, la más tradicional de las residencias de la familia real en Londres.