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Secuestraron droga por más de $22 millones en una casa que es propiedad de Maximiliano Marchetti, el psicólogo al que el intendente de Trevelin, Héctor Ingram, desistió de incorporarlo al gabinete por denuncias de «violencia de género».

El lunes pasado la Policía Federal allanó la vivienda ubicada sobre la Ruta 71 en Pueblo del Molino, donde encontró marihuana y otros elementos por sumas millonarias.

Según fuentes judiciales, por el momento, hay dos personas involucradas, que supuestamente viven en ese domicilio; se trata un hombre y una mujer que suspuestamente vendían estupefacientes.

El fiscal federal, Santiago Roldán, y el juez de Esquel, Sergio Otranto, están detrás de la pista de una organización dedicada al cultivo y tráfico de drogas en la zona.

Los investigadores dieron con la pista de una mujer que estaría distribuyendo la sustancia. Luego secuestraron en la vivienda 43 plantas de marihuana ybolsas listas para su comercialización.

Marchetti iba a asumir en el área de Género e Infancias de la Municipalidad, pero un grupo de mujeres peronistas y de otros sectores lo rechazó de plano al vincularlo con hechos de violencia.

Las dos personas sindicadas como responsables, mayores de edad, quedaron imputadas, y a disposición de la Justicia Federal de Esquel.

Es vox populi que el servicio de mensajería Telegram es utilizado para el libre comercio de estupefacientes, en Mendoza y en cualquier parte del mundo. Lo llamativo es que estos espacios son verdaderas ferias actividades alejadas de la ley. Los mensajes se intercalan entre: ofertas y promociones de cocaína, marihuana, pastillas y todo tipo de droga que incluyen «delivery seguro»; recetas médicas de ansiolíticos y opioides, prostitución e incluso el «servicio» de vaciado de tarjetas de crédito, etc.

El sistema funciona por geolocalización, por lo tanto solo basta con descargar la app y los grupos constituidos en la zona están a la orden del día. Este sistema es elegido porque ofrece un cifrado de mensajes de punta a punta, lo cual otorga discreción a quién lo usa.

La comercialización de la droga en este mercado negro tiene aristas llamativas, como la aplicación de conceptos de marketing, del branding. Hay promociones, combos, nombres de fantasía, etc. Esto se debe a que los dealers ofrecen los productos y sus características organolépticas, lo que da un indicio, por ejemplo en el caso de la marihuana, de que muchos vendedores tienen cultivos domésticos, de baja producción y se enfocan en el desarrollo de algunos tipos específicos de cannabis.

También es posible acceder a certificados médicos truchos, pastillas para «jarras locas» (una bebida alcohólica mezclada con psicotrópicos), misoprostol para provocar abortos, armas de fuego y demás.

Vale todo

Otro amplio mercado negro que se desarrolla en Telegram con total impunidad es la venta de recetas truchas de PAMI. En grupos de diferentes provincias es posible acceder a clonazepam, Valium, Codeina y una amplia gama de ansiolíticos, antidepresivos y demás medicamentos psicotrópicos.

En una de las tantas publicaciones que circulan, ofrecen también recetas truchas para comprar fentanilo. Esta sustancia es un opioide sintético, se usa para el tratamiento del dolor y es entre 80 y 100 veces más potente que la morfina. En dosis muy bajas puede causar una sobredosis. Tanto la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) como el Registro Nacional de Precursores Químicos (RENPRE) son los encargados de administrar la comercialización de esta sustancia que solo se vende bajo receta médica. Sin embargo, en el mercado negro las prescripciones falsas circulan con libertad.

Otro comercio que se practica en los grupos de Telegram es el de la prostitución, venta de contenido erótico y servicios de webcam.

El panorama no es ajeno a las autoridades policiales tanto de la provincia como federales. Aunque, debido al hermetismo que demandan este tipo de casos, no brindaron mayores precisiones al respecto.

Cinco delincuentes se metieron a una vivienda de la zona oeste de Trelew y asaltaron a las hijas de la dueña que tienen 17 y 8 años y que se encontraban solas en el domicilio. Según las menores, los ladrones estaban armados, les exigían que les dijeran dónde había droga y en qué lugar tenían la plata; estaban encapuchados y, llamativamente, algunos de ellos tenían chalecos antibalas que en la espalda decían Policía del Chubut.

El dramático suceso en el que por fortuna las víctimas no fueron lastimadas ni golpeadas ocurrió antes de la medianoche de este jueves en la casa de una mujer que trabaja en una pesquera. Fue en la calle Calcuta al 4000 del barrio Juan Moreira y los malvivientes al no encontrar lo que buscaban terminaron llevándose “un celular, una Tablet, de 9 pulgadas, y un cofre con la suma de $44.000 mil pesos”.

El caso fue calificado como robo agravado por el uso de armas y por haber sido cometido en poblado y banda y dicen que las victimas al oír hablar a los delincuentes les pareció que algunos eran menores de edad.

Dos de ellos tenían un metro ochenta de estatura, y los otros tres uno sesenta y cinco –aproximadamente–, según las denunciantes. “Uno de los más bajos exhibía un arma que sería una pistola y algunos vestían chalecos antibalas con la inscripción Policía del Chubut”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sumó a China a la lista de países de tránsito y productores de drogas y volvió a acusar a Venezuela y Bolivia de incumplir sus obligaciones en la lucha antinarcóticos.

Estados Unidos «insta encarecidamente a China y a otros países de origen de sustancias químicas a que refuercen las cadenas de suministro» y «eviten su desvío», afirma Biden en un memorando dirigido al Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken.

¿Por qué incluyeron a China en la lista?

La inclusión de China fue posible gracias a que Estados Unidos cambió la legislación para añadir a los países de origen de las sustancias químicas utilizadas para producir drogas.

La modificación se realizó en base al fentanilo, un opioide sintético responsable de buena parte de los más de 109.000 muertos por sobredosis en 2022 en el país, según datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Según la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), la mayoría de los precursores químicos proviene de China y acaba en manos de los cárteles de la droga mexicanos.

México y la lucha antidroga

Biden remarcó que «ningún país es más importante que México» en la lucha antidroga, en el texto recogido por la agencia de noticias AFP. En el memorando, el mandatario también se refirió a Colombia sobre el que advirtió que «el cultivo ilícito de coca y la producción de cocaína se mantienen en niveles históricamente altos».

Biden urgió al Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, «a ampliar su presencia» en las regiones productoras de coca y «lograr avances sostenibles contra las organizaciones criminales».

Además del gigante asiático, integran la lista Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Myanmar, China, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.

El memorando precisa que la razón por la que los países se incluyen en la lista «es la combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten el tránsito o la producción de drogas, incluso si un gobierno ha adoptado medidas» de control.

No obstante, el presidente acusa de nuevo a Bolivia, Myanmar y Venezuela de «haber incumplido de manera demostrable» durante los últimos 12 meses sus obligaciones internacionales en la lucha contra los narcóticos, e insiste en que los programas de apoyo a estos países «son vitales para los intereses nacionales de Estados Unidos«.

Del mismo modo, exhortó al Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, a «tomar medidas adicionales», «reducir el cultivo ilícito» que «sigue superando los límites legales» y «continuar ampliando la cooperación» internacional para desarticular las redes transnacionales.

Afganistán sale este año de la lista de países que fracasaron de forma «demostrable» gracias a sus progresos «en la reducción del cultivo de adormidera y la producción de estupefacientes«.

Personal policial perteneciente a la División Operativa Antinarcóticos de la ciudad de Esquel, confirmó que realizó este jueves un exitoso operativo en la Terminal de Ómnibus.

Según informar las fuentes policiales, el procedimiento se realizó desde la 8 hasta las 15 horas.

La policía requisó el equipaje de los pasajeros de un colectivo y se le halló a una joven nueve dosis de LSD.

Fuentes policiales indicaron que también se le encontró a un hombre, 95 dosis de flores de Cannabis sativa.

Los efectivos procedieron al secuestro de la droga y se les labraron las actuaciones correspondientes a los involucrados.

El exdueño de Poseidón falleció a los 54 años. Tenía prisión domiciliaria desde hace varios años. Fue condenado tras el hallazgo de 110 kilos de cocaína en en las bodegas de la empresa.

Este viernes por la mañana se confirmó el fallecimiento de Omar “El Cura” Segundo, quien estaba internado en el hospital de Puerto Madryn. El empresario de había sido condenado a 9 años de cárcel y tenía prisión domiciliaria desde hace varios años con salidas transitorias.

ADNSUR pudo confirmar que se encontraba atravesando complicaciones en su salud, debido a una enfermedad terminal. Tenía 54 años. 

Segundo fue condenado en 2017 por la causa conocida como “Langostino Blanco”, tras el hallazgo de 110 kilos de cocaína en en las bodegas de su empresa pesquera “Poseidón”.

En ese entonces, la fiscalía estableció que se realizaba un acondicionamiento y traslado del cargamento de estupefacientes en los empaques que se trasladaban desde desde Mar del Plata a Puerto Madryn a través de la empresa Poseidón y que posteriormente eran exportadas a España.

Desde hace unos años el exempresario gozaba de prisión domiciliaria debido a un cuadro de salud complicado por una enfermedad terminal y finalmente falleció este viernes.

Dos madres y una misma dolorosa situación: tener hijos con adicciones a las drogas y otras sustancias desde muy jóvenes que en algún momento de sus vidas también empezaron a incursionar en hechos delictivos que se tornaron también en otra adicción.

Una de ellas espera pericias de su hijo muerto en un inquilinato del centro y la otra que saquen a su hijo malherido de la Alcaidía y los traten por sus adicciones.

Nancy Fuentes era la madre de Jeremías Javier Lillo, él tenía 32 años y era adicto a las drogas y el pasado 4 de junio lo encontraron sin vida y con un disparo de arma de fuego en la cabeza en el interior del precario departamento que alquilaba en una especie de inquilinato de la calle Chacabuco al 1.100 de la céntrica zona denominada “Rincón del diablo”.

Nancy tiene otros dos hijos adolescentes a quienes cuidar y busca la ayuda psicológica que le permita sobrellevar el dolor de la pérdida de su hijo, de quien, según confidencia “nos habíamos alejado hace algunos meses por sus malas compañías, él no andaba en cosas buenas pero no creo que se haya quitado la vida” manifiesta con un dejo de tristeza la mujer que al menos una vez a la semana ha ido en los últimos tiempos a pedir explicaciones a la Fiscalía.

“Me cuentan que alguien entró al lugar, que limpió el arma y se la puso en la mano, en la Fiscalía me dicen que están esperando resultados de unas pericias, ¿tanto pueden tardar esas pericias?” se pregunta la mujer que quiere encontrarle explicaciones para borrar de alguna manera los tormentosos momentos que le impiden vivir con la paz espiritual que tanto necesita.

Cuenta que de la noche de la muerte de Jeremías circula un video y una pelea previa entre inquilinos del lugar y la voz de su hijo recriminando a viva voz de que “vayan a romper a otro lugar…”. Explicaciones por la muerte de Jeremías Lillo no ha trascendido nada hasta el momento, solo el pedido de Nancy.

El caso de Martín Triviño

El siguiente caso tuvo mucha trascendencia a principios de este mes. Se trata de Martín Triviño, de 26 años, ingresado en las últimas horas a un pabellón de la Alcaidía policial tras haber estado dos semanas entre la vida y la muerte y en un coma farmacológico. Según cuentan, ingresó en un estado deplorable de salud. Mónica Flor Triviño es otra madre con las mismas sensaciones que Nancy.

“Quedó como si fuera un niño, no está consciente de nada, mañana (por hoy) le hacen una audiencia, pero yo creo que él no sabe qué le van a decir… todo es muy doloroso, en casa estamos todos mal, culpa de la maldita drogas…”. Cuenta Mónica que a principios de agosto, una vez que trascendieran los hechos de público conocimiento, había manifestado que “no justifico de ninguna manera lo que hizo mi hijo, pero es verdad que esa casa que se quemó era suya, se la habían usurpado y después la vendieron” señalaba la atormentada mujer que en las últimas 3 semanas estuvo ocupada en llevar y traer a su nieto hijo de Martín al colegio y después ir al hospital a interiorizarse de su estado de salud. “Lo único que pido es que la Fiscalía o quien sea haga una orden para que sea tratado en psiquiatría, ahí lo tendrían que haber llevado y tratado por sus adicciones, él tuvo su momento de lucidez estando en el hospital y me juró y recontra juró que él no le había disparado a los policías”.

“Fortalecimos el rol del Estado y ampliamos políticas de prevención, atención y acompañamiento con estrategias colectivas”, sostuvo la secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (SEDRONAR), Gabriela Torres, quien encabeza la delegación argentina en la 64° sesión de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, que también integran los ministerios de Seguridad, Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto (Cancillería), y la ANMAT.

En esta línea, reafirmó el compromiso del Gobierno nacional “con el abordaje integral, sobre el Problema Mundial de las Drogas en plena conformidad con el derecho internacional y la Declaración Universal de Derechos Humanos”, y destacó las acciones conjuntas entre la SEDRONAR y los ministerios de Seguridad y Salud para “diferenciar acciones de atención a personas y de reducción de oferta de sustancias”.

“Desde el año pasado a todos se nos sumó el desafío de gobernador en pandemia, investigar nuevas modalidades de consumo, articulándolas con acciones de prevención y accesibilidad en los tratamientos son nuestros pilares para poder hacer efectiva una política de reducción de la demanda”, indicó.

En esta línea, Torres explicó que “fortalecimiento a las fuerzas de seguridad federales para que puedan llevar adelante una investigación criminal de calidad que permitan develar la cadena logística del tráfico ilegal de drogas y de otros delitos conexos complejos, como la evasión fiscal, el lavado de dinero, o la trata de personas”.

La Comisión de Estupefacientes (CND, por su siglas en inglés) es la reunión anual de los funcionarios y autoridades en la materia de los Estados miembros de la ONU para discutir y tomar decisiones sobre una amplia gama de cuestiones relacionadas con el sistema mundial de control de drogas, el programa de trabajo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

Debido a la pandemia de COVID-19, este año la participación fue en su mayoría de manera remota, con un mínimo de representación presencial.

Fuente: Argentina.gob.ar

Un tratamiento para la artritis demostró que puede reducir en un 24% el riesgo de muerte de pacientes con el virus internados en terapia intensiva. Los resultados sugieren que el tocilizumab y el sarilumab, dos drogas usadas en casos de reumatismo, ayudaron a salvar la vida de uno de cada 12 pacientes con Covid severo en terapia.

El servicio de salud británico (NHS) comenzará a usar tocilizumab desde este viernes. Según sus test, ha habido 800 pacientes que se han beneficiado de esa droga.

La otra droga, el sarilumab, provoca similares efectos y no solo salva vidas sino que reduce el tiempo que pasan los pacientes en terapia intensiva. Ambos medicamentos podrían salvar miles de vidas justo cuando el NHS comienza a sentirse abrumado.

También se encontró que el tocilizumab reduce el tiempo que los pacientes críticamente enfermos pasan en cuidados intensivos hasta en diez días, ofreciendo ayuda a los hospitales que enfrentan lo que el jefe del servicio de salud llamó anoche una “situación increíblemente grave”.

Aunque los resultados del ensayo de tocilizumab no serán suficientes por sí solos, Anthony Gordon, del Imperial College de Londres, quien dirigió el estudio, dijo que “podrían tener implicaciones inmediatas para los pacientes más enfermos con Covid-19”.

«En un momento en que las hospitalizaciones y las muertes por Covid-19 están aumentando en el Reino Unido, es crucial que sigamos identificando tratamientos efectivos, que puedan ayudar a cambiar el rumbo de esta enfermedad», explicó el profesor Gordon.

Los hallazgos provienen del estudio Remap-Cap, que está dirigido por Imperial y el Centro Nacional de Auditoría e Investigación de Cuidados Intensivos (ICNARC) en el Reino Unido y el Centro Médico Universitario de Utrecht en Europa. Los investigadores analizaron el tocilizumab y un fármaco muy similar llamado sarilumab.

Se emitirán directrices actualizadas para los hospitales del NHS , animándoles a utilizar tocilizumab en el tratamiento de los pacientes con Covid-19, que ingresan en unidades de cuidados intensivos.

Fuente: Clarín

El fiscal federal Fernando Gélvez consideró acreditado quiénes planificaron y ejecutaron los asesinatos de Federico Lomeña y Héctor López, cuyos cadáveres aparecieron enterrados. Una deuda de 4 kilos de droga, la clave de los homicidios. Detalles del pedido de elevación para las audiencias.

Hechos

A Nicolás Cerrudo le habían robado 4 kilos de marihuana para vender en Puerto Madryn, valuados en $ 230.000. Federico Lomeña y Héctor Nehemías “Bastian” López lo amenazaron fuerte para que pagara esa carga, llegada desde Mendoza para distribuir en la ciudad del Golfo. Es que ambos eran quienes debían rendir cuentas por la droga.

La presión fue tanta que Cerrudo reclutó a su grupo íntimo para ejecutar a ambos antes de que algo le pasara a él. “Eran ellos o yo”, dijo, como consta en la causa. Todos sabían de la deuda narco. Algunos se negaron a participar. Otros no. El plan criminal se cumplió pero dejaron demasiados rastros. Cerrudo terminó ahorcado con un mensaje sugerente (ver página 7). Le decían “Mínimo”, “Máximo” o “Reptil”.

Es la hipótesis del fiscal federal de Rawson, Fernando Gélvez, que ya elevó el pedido de juicio oral y público para Genaro Carrizo Artiles, Nicolás Valencia, Nalib Zajur, B.B. y Aaron Agustín Sepúlveda por el homicidio de Lomeña, doblemente agravado por la premeditación de dos o más personas, el 6 de diciembre de 2018, en Puerto Madryn.

B., Sepúlveda y Giulio Giancarlo De Cecco tienen la misma imputación pero por el crimen de López, el 10 de diciembre de ese año.

Según la hipótesis de la acusación, el 6 de diciembre, cerca de las 15, en la casa de la abuela de Cerrudo, Berwin al 200, se reunieron Sepúlveda, Valencia, Carrizo Artiles, Zajur y B., conspirados para asesinar a Lomeña.

Lo llamaron y tras discutir por la deuda por venta de droga, lo golpearon y le asestaron al menos 20 puñaladas con dos cuchillos en todo el cuerpo. Lo mató un puntazo en el corazón. Con una remera le rodearon y le quebraron el cuello. “Le provocaron un sufrimiento extraordinario y no necesario”, explicó el fiscal en su elevación.

Habrían metido el cuerpo dentro de un mueble de madera de la vivienda. Lo cubrieron con una frazada y lo llevaron en un Renault Clío a Playa Paraná. El vehículo era de un testigo reservado que había recibido un mensaje de Cerrudo: “Necesito que me hagas un favor, te doy churro”. Decía que era enterrar droga porque de lo contrario lo iban a matar. El testigo se negó pero “Reptil” en el asiento de atrás sacó un arma: “Llevame porque me van a matar y a mí no me importa hacerte daño”.

Bajaron el mueble entre dos, con mucho esfuerzo. Era muy pesado y salía un fuerte “olor a mierda”. Bajaron dos palas y una bolsa de residuos de nylon negra para envolverlo. Lo enterraron con cemento y cal para acelerar la descomposición. Lomeña fue encontrado el 18 de diciembre cerca de la ruta, envuelto en la bolsa. Se encontraron trozos de madera.

Cuatro días después, el 10 de diciembre, en la misma casa de Berwin, pasadas las 23 se reunieron B., Cerrudo, Sepúlveda y De Cecco. Llamaron a López. Hubo una previa de TV, cerveza y porros.

Discutieron por la deuda. Lo atacaron y le quebraron el cuello con una manguera. Lo golpearon en la cabeza con un fierro y le mutilaron ambos manos. Ese hierro fue hallado en el patio de la casa. Lo mató una puñalada en el corazón. Agonizó.

Lo desvistieron, lo bañaron y lo envolvieron en una frazada. Estuvo tirado en la ducha hasta que pudieran sacarlo del barrio sin llamar la atención. Cerrudo pidió comprar lavandina para borrar rastros del piso de la cocina.

Estacionaron el Volkswagen Vento de la víctima en la puerta de la casa. Según la acusación fiscal, vaciaron el baúl: había ropa, una campera de mujer y un monopatín de nena.

Envolvieron al cuerpo con una sábana y luego en otra de nylon. Lo midieron con una sábana de cabeza a pie. Pero no entraba. Quebraron su cuerpo, lo doblaron y lo ataron de pies a cabeza.

Cargaron al auto las bolsas de cal, palas, cemento y la ropa. En el camino frenaron en el basural: en la pantalla del auto un celular se conectaba por Bluetooth. Todos lo tenían apagado. Sugestionado, Cerrudo le disparó al celular de López.

Lo enterraron en el Parque Ecológico El Doradillo. Limpiaron el coche con pedazos de sábana embebidas de nafta y abandonaron el vehículo con la batería desconectada. El cuerpo quedó en otra punta, debajo de un árbol cerca de una laguna seca, con un arbusto encima. Era madrugada.

Fue hallado el 17 de diciembre. Como Lomeña, estaba en estado de descomposición por la cal y al cemento. Ambos habían ido a la casa de Berwin creyendo que les iban a pagar.

Rol central

Según Gélvez, el rol central de ambos operativos lo tuvo Cerrudo. Eligió días, lugar, ayudantes y estrategia para intentar quedar impune. Todo el grupo está vinculado estrechamente por “amistad, conocimiento y comunidad de intereses”. El factor común que los reunía en lugares públicos era la droga. “Cerrudo recurrió a ellos solicitando el auxilio y la participación en los hechos que estaba decidido a cometer. Aceptaron, consintieron, y de manera libre respondieron afirmativamente”. Ninguno actuó amenazado, pese a sus excusas.

El joven organizó la logística y acordó llevar los cadáveres fuera del casco urbano para que no fueran hallados. “Fue una completa planificación, con la debida concertación de voluntades que se unieron”.

La deuda de Cerrudo involucraba al resto, explicó Gélvez. Según la pericia de su celular Motorola, Cerrudo se comunicó con Zajur desde el 6 de diciembre (crimen de Lomeña), 8, 9 y 10 del mismo mes (cuando mataron a López). Le pidió bolsas de cal o de material.

Según su WhatsApp, un tal “Ale” le dice: “No sé man es matar a alguien, es una pregunta re jugada”, a lo que contesta Cerrudo: “Mal”. “Ale” le pregunta: “Cuándo tenés pensado hacerlo”; responde Cerrudo: “En una hora…Hora y media”. El tal “Ale” le pregunta si tiene “fierro o algo”.

El resto del chat se eliminó. Los mensajes fueron el 5 de diciembre y la “hora u hora y media” coincidiría con el 6 de diciembre.

No era posible que una sola persona completara ambos operativos por su cuenta. Y la cantidad de lesiones muestran la crueldad, innecesaria si sólo querían matarlos. “Se buscó el sufrimiento y agonía de las víctimas”, concluyó el fiscal en su elevación. #

“Les voy a decir la verdad”

Nalib Zajur conocía a Nicolás Cerrudo por patinar y juntarse a “boludear” con cervezas y porros en la rambla, en cervecerías y en el patinódromo II. El grupo llegó a tener 50 personas. “Nicolás cuando se enojaba se enojaba feo. No sabría afirmar si era capaz de cumplir con sus amenazas, por su cara no se sabía con qué podía salir”, dice la acusación.

El 4 de diciembre Cerrudo le escribió. Estaba por llegar su “tranza” con una carga de diez kilos de droga. Le pidió a Zajur que le avise a su papá (policía retirado) para organizar un procedimiento. Le daría los detalles sobre la marcha desde casa de su abuela. “La idea era agarrar a toda la banda junta”.

El día era el 6 de diciembre. La División Drogas vigiló la casa. Vieron el Palio Negro de “El Mendocino” Campos Sosa merodeando. A las 14 salieron dos jóvenes con una actitud que llamó la atención policial: se movían rápido y observaban hacia todos lados. Una hora se sumaron otros dos jóvenes. “Estaban como perseguidos, en constante alerta”. Estaban sucios de sangre.

Policía le mostró el material a Genaro Carrizo Artiles. Fue espontáneo: “Les voy a decir la verdad, a Federico Lomeña lo matamos nosotros, el cuerpo está enterrado en Playa Paraná”. La filmación mostraba a Valencia y a Sepúlveda.

“Es el último trabajo que tenemos y ya está”

Ante la Brigada de Investigaciones, Genaro Carrizo Artiles contó que convivía con Nicolás Cerrudo en casa de su abuela, sobre pasaje Berwin. Sostuvo que su amigo había entrado en el “negocio” de vender droga y que en realidad, la deuda por perder 4 kilos era suya. Héctor López y Federico Lomeña lo presionaron. “Bastian” lo buscó en su coche y sacó un revólver. “Le dijo que tranquilamente podía matarlo y era mejor que pagaran. Él no iba a hacer nada, pero si venía alguien de Mendoza le iba a decir quiénes eran”.

Cerrudo estaba desesperado por conseguir la plata y a Artiles le pidió mudarse. Era peligroso que estuvieran juntos y la abuela le habría recriminado que le faltaban blusas, sábanas y frazadas. Eran las halladas en El Doradillo.

Artiles declaró que días antes, Cerrudo le había pedido a Aaron “Papota” Sepúlveda que le comprara un bidón de nafta en la YPF de Gales y Juan B. Justo. Se usó para limpiar el techo, el baúl, el torpedo y los asientos.

Los bidones los encontró su abuela en la basura en el patio. En esa casa, un equipo de luz UV encontró manchas de sangre, telas sucias, un hierro, una manguera azul e indicios de que se procuró limpiar todo el lugar. La mujer notó que le faltaban toallas, sábanas, frazadas, la colcha del perro y una alfombra. En la basura del patio, una bolsa vacía de cemento, bidones con olor a nafta y trapos con sangre.

Se arrepintió

Luego Carrizo Artiles intentó desmentir su primera declaración en la Brigada: “Soy inocente y declaré bajo presión, Cerrudo me dijo que no diga nada porque había personas pesadas como policías y políticos, que no era joda, que se iban a enterar e iban a matar a mi familia, que por seguridad se fue de Madryn. Me pidió que diga algunas cosas para tapar algo más grande, que esto no era chiste, que no diga nada sobre lo que él había hecho con Lomeña y López”.

Sin embargo, toda su primera confesión ya estaba corroborada con la investigación: había participado con Cerrudo y la filmación policial (ver recuadro “Les voy a decir la verdad”) lo comprometía.

Para el fiscal Gélvez, su desmentida “es una hipótesis incomprobable y alejada de toda realidad, limitándose a echar toda la responsabilidad a quien ya está muerto y elaborar una suerte de entramado oscuro y poderoso de `gente más pesada´, historia alejada de todo sentido”.

Artiles sabía que Cerrudo estaba endeudado con los muertos y estaba en “situaciones límite”. Según contó Giulio De Cecco, en la celda de Fiscalía de Tribunales le preguntó a Carrizo: “Me dijo que con Cerrudo habían matado a Lomeña. Que sus cortaduras no eran de un robo, entonces me dijo la verdad, que era porque Federico se había defendido.”

Otros dos testigos de identidad reservada señalaron que cuando B. dejó el velatorio de Cerrudo, el 12 de diciembre, les contó que “boletearon a dos” y que habían “descartado” el Vento de López en El Doradillo, entre otros detalles, como el celular con dos tiros.

El joven negó todo: el cuchillo y la rejilla con sangre hallados en su casa eran de la cena de la noche anterior. Y las sábanas -dijo- eran de su hermano, que tenía problemas de sangrado en la nariz.

Sin embargo, para el fiscal lo que contaron esos dos testigos sólo pudieron oírlo de alguien que hubiera participado en los crímenes: eran indicaciones precisas y datos reales y coincidentes que sólo un protagonista pudo saber.

Todos intentaron mostrarse amenazados por Cerrudo para justificar que habían participado “de manera involuntaria”. Según el fiscal, la estrategia fue “centrar toda la responsabilidad en quien ya no está, y a la vez colocarse en una suerte de víctima del supuesto amedrentamiento”.

El día de la muerte de López, por WhatsApp Cerrudo le pidió a Sepúlveda bolsas de cal y cemento. Y que vaya a casa de la casa de la abuela a las 17.30: “Es el último trabajo que tenemos que hacer y ya está”. Sepúlveda responde: “Oka dalee”. #

“Esto nos pasa por jugar con fuego”

Aunque fue el primer crimen, primero se denunció la desaparición de Héctor López, el 11 de diciembre. Faltaba de su casa desde el día anterior a las 22.30. Su pareja declaró que esa noche mientras preparaba la cena, López le dijo que iba en el Vento a buscar un lavarropas a lo de “Maxi” Cerrudo. No supo más.

Ese mismo 11 de diciembre fue entrevistada la “madre de crianza”. Reveló que su hijo aparecía con plata o con cosas caras. Para ella “andaba metido en la droga”.

Nicolás Cerrudo declaró para vender una versión distinta: López y federico Lomeña eran amigos íntimos y tenían una deuda con Humberto Marcelo “El Mendocino” Campos Sosa, que traía la droga del norte. Eran ellos los que habían perdido 4 kilos en panes de marihuana. Habían juntado la plata para escapar a Buenos Aires ya que era inminente que “Marcelo” llegara a la ciudad del Golfo. Lo describió como de entre unos 50 y 60 años, canoso, morocho, siempre de chomba, 1,70. La droga la enterraban en el terreno de la casa de Lomeña. Como no tenía antecedentes, se movía tranquilo en un Fiat Palio Negro.

Pero el 12 de diciembre, en el Parque Ecológico familiares de López encontraron ropa, una lona con sangre; bolsas vacía de cal y cemento, frazadas, guantes, un cuchillo carnicero, una manguera azul, un Iphone con dos tiros en la pantalla y la alfombra del Vento. El caso ya no era una fuga de dos sino un ajuste de cuentas.

A horas de su declaración, Cerrudo se ahorcó. Dejó una carta de despedida de su familia. Pedía perdón y explicaba: “Esto nos pasa por jugar con fuego”. El plural indicaba que estaba involucrado en las muertes.