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Estados Unidos participará la próxima semana de la reunión entre Irán y las potencias occidentales sobre el programa nuclear de Teherán y está abierto a tener un diálogo directo con las autoridades iraníes, anunció el vocero de la diplomacia estadounidense, Ned Price.

«Todavía es pronto y no anticipamos un avance inmediato ya que hay discusiones complicadas por delante. Pero creemos que este es un paso saludable hacia adelante», señaló Price, quien precisó que aún no habrá negociaciones directas entre ambos países, si bien dijo que Washington está «abierto» a hacerlo.

Estas declaraciones se dieron horas después de que la diplomacia europea anunciara un nuevo encuentro el próximo 6 de abril en Viena sobre el programa nuclear iraní con todas las partes que firmaron en 2015 el pacto nuclear, del cual Estados Unidos se retiró durante el Gobierno de Donald Trump.

«Todavía es pronto y no anticipamos un avance inmediato ya que hay discusiones complicadas por delante. Pero creemos que este es un paso saludable»
NED PRICE

En el mismo, habían adelantado que habría «contactos» con EEUU, según el comunicado divulgado tras la reunión virtual mantenida el jueves con los representantes de China, Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia e Irán.

Price declaró que el principal tema de discusión va a ser «los pasos nucleares que Irán debe adoptar para volver a cumplir con los términos del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC)» y las medidas de alivio de las sanciones que debe tomar EEUU.

También la oficina del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó que durante el encuentro se intentará «identificar claramente las medidas para levantar sanciones y la aplicación del acuerdo nuclear» firmado en 2015.

En julio de ese año, cuando en EEUU gobernaba Barack Obama y Joe Biden era su vicepresidente, seis países (el denominado Grupo 5+1) e Irán firmaron un ansiado acuerdo que impuso una serie de limitaciones al programa nuclear iraní con el objetivo de excluir su posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.

El próximo encuentro se concretará el 6 de abril.
El próximo encuentro se concretará el 6 de abril.

En mayo de 2018, el entonces presidente Trump rompió el acuerdo y empezó a imponer sanciones unilaterales contra Teherán con el argumento de que ese país seguía desarrollando armas nucleares.

Un año después, Irán, en respuesta, comenzó a reducir de manera gradual sus compromisos del pacto conocido como PAIC.

Borrell dijo que «intensificará sus contactos» con todos las partes del acuerdo y con EEUU, para que se vuelva a sumar al acuerdo.

«La reunión de hoy fue positiva. Nos volveremos a reunir en Viena la próxima semana. Nos espera un trabajo sustancioso, de cara a una ocasión clave para revitalizar» el PAIC, declaró en Twitter el vicesecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, quien presidió el encuentro.

«Los participantes discutieron sobre la perspectiva de un retorno completo de EEUU al marco del PAIC y subrayaron su voluntad de abordar esta cuestión de forma positiva en un esfuerzo conjunto», consignó el comunicado, que fue recogido por la agencia de noticias AFP.

«Los participantes también subrayaron su compromiso en preservar el acuerdo y discutieron sobre cómo asegurar que se vuelva a poner en marcha de forma completa y efectiva», agrega el texto.

Borrell coordina la tarea de la comisión mixta del PAIC y llevó a cabo una intensa labor diplomática antes de organizar esta reunión. Espera poder llevar rápidamente a todos los actores a la mesa de negociaciones.

El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó que EEUU está dispuesto a reincorporarse al acuerdo, con la condición de que, antes, Teherán vuelva a atenerse a sus compromisos adquiridos en el marco del pacto y que empezó a incumplir en respuesta a las sanciones ordenadas por Trump.

Irán, por su parte, se declara dispuesto a respetar íntegramente el acuerdo, siempre y cuando Washington levante previamente esas sanciones de forma efectiva.

La próxima reunión de la Comisión Conjunta se llevará a cabo el 6 de abril en Viena.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, ha afirmado que Teherán no confía en las promesas de Estados Unidos sobre el levantamiento de las sanciones y solo regresará a sus compromisos bajo el acuerdo nuclear de 2015 una vez que Washington elimine por completo las restricciones, reseña Reuters.

«Confiábamos en EE.UU. en la época de [el expresidente Barack] Obama y cumplimos nuestros compromisos. Pero no lo hicieron. Por escrito, los estadounidenses dijeron que levantarán las sanciones, pero no las levantaron en la práctica», aseveró Jameneí en un discurso en la televisión estatal. «Sus promesas no tienen ninguna credibilidad para nosotros».

El lunes pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, declaró que se está acabando el tiempo para que Estados Unidos reviva el acuerdo nuclear.

La Administración Biden ha expresado repetidamente su voluntad de volver al acuerdo, aunque insiste en que Irán debe reanudar primero su pleno cumplimiento. Teherán, por su parte, advierte que no regresará a sus compromisos nucleares hasta que EE.UU. levante las sanciones unilaterales.

El ayatolá de la República Islámica aseguró que las falsas promesas de Washington «ahuyentaron a los inversores». «Dijeron que se levantaron las sanciones, pero también dijeron a cualquier empresa que quisiera firmar un contrato con nosotros que esto era peligroso y arriesgado», apuntó el líder persa.

«Los estadounidenses deben levantar todas las sanciones. Lo verificaremos, y si las sanciones son realmente canceladas, volveremos a nuestras obligaciones sin ningún problema», destacó Jameneí. «Tenemos mucha paciencia y no tenemos prisa».

El Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) fue firmado en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y estipula el levantamiento de una serie de sanciones contra Teherán a cambio de su compromiso de no desarrollar ni adquirir armas nucleares.
El pacto limita al 3,67 % la pureza fisionable a la que Irán puede refinar uranio. Sin embargo, Teherán comenzó a aumentar el enriquecimiento de uranio más allá de este límite luego que el expresidente Donald Trump retirara a EE.UU. del acuerdo en 2018 y reimpusiera las sanciones contra el país.

Irán rechazó este domingo la posibilidad de celebrar una reunión informal con EE.UU. y el Reino Unido, Francia y Alemania para discutir formas de reactivar el acuerdo nuclear del 2015, insistiendo en que Washington debe levantar primero todas sus sanciones unilaterales, recoge Reuters.

«Teniendo en cuenta las acciones y declaraciones recientes de EE.UU. y tres potencias europeas, Irán no considera que este sea el momento de mantener una reunión informal con estos países, propuesta por el jefe de Política Exterior de la UE [Josep Borrell]», declaró el portavoz de la Cancillería iraní, Saeed Khatibzadeh.

«Estamos decepcionados con la respuesta de Irán»
Por su parte, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que EE.UU. está «decepcionado» por la decisión de Irán de no participar en las conversaciones.

EE.UU. insiste en que Irán coopera con el OIEA para resolver cuestiones sobre potencial material nuclear no declarado
EE.UU. insiste en que Irán coopera con el OIEA para resolver cuestiones sobre potencial material nuclear no declarado
«Si bien estamos decepcionados con la respuesta de Irán, seguimos dispuestos a volver a participar en una diplomacia significativa para lograr un retorno mutuo al cumplimiento de los compromisos del JCPOA», señaló la portavoz.

Psaki agregó que Washington consultará con las demás partes del acuerdo nuclear sobre el mejor camino a seguir en las negociaciones con Teherán.

Josep Borrell pidió esta semana un esfuerzo concertado de todas las partes del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) para revitalizar el acuerdo. «Esta es una ocasión que no podemos perder», dijo el jefe de la diplomacia europea, refiriéndose al interés declarado por el presidente de EE.UU., Joe Biden, en traer de vuelta su país al pacto.

La Administración Biden ha expresado repetidamente su voluntad de volver al acuerdo, aunque insiste en que Irán debe reanudar primero su pleno cumplimiento. Teherán, por su parte, advierte que no regresará a sus compromisos nucleares hasta que EE.UU. levante las sanciones.

Previamente este miércoles, el vocero del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, afirmó que la paciencia de Washington con Teherán para reiniciar las discusiones sobre el acuerdo nuclear de 2015 «no es ilimitada», pero agregó que cree que «la forma más efectiva de asegurar que Irán nunca pueda adquirir un arma nuclear es a través de la diplomacia».

El JCPOA fue firmado en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y estipula el levantamiento de una serie de sanciones contra Teherán a cambio de su compromiso de no desarrollar ni adquirir armas nucleares
El pacto limita al 3,67 % la pureza fisionable a la que Irán puede refinar uranio. Sin embargo, Teherán comenzó a aumentar el enriquecimiento de uranio más allá de este límite luego que el expresidente Donald Trump retirara a EE.UU. del acuerdo en 2018 y reimpusiera las sanciones contra el país

Irán, el país más afectado de Medio Oriente por la pandemia, superó los 60.000 muertos por coronavirus, pese a que la cifra de fallecidos diarios continúa a la baja, según las cifras oficiales del Ministerio de Salud.

«Lamentablemente, en las últimas 24 horas, 93 personas perdieron la vida a causa de la Covid-19 y el total de muertes por esta enfermedad llegó a 60.073», informó este domingo la vocera del Ministerio de Salud, Sima Sadat Lari, en un discurso televisado y citado por la agencia de noticias AFP.

En total, el país ya suma más de 1,6 millones de casos y, pese a la cifra alcanzada, la cifra diaria de víctimas fatales por Covid-19 continúa siendo menor a las 100, el nivel más bajo desde junio pasado.

Sin embargo, el temor está en el aumento de casos debido a las nuevas variantes que ya desembarcaron en el país persa.

«Identificamos 112 personas afectadas por la variante británica del coronavirus en el país, de las cuales 8 han fallecido», había informado el viernes pasado Alireza Raïssi, viceministra de Salud, dando argumentos a las advertencias del presidente Hassan Rohani por una posible «cuarta ola» de la pandemia en las próximas semanas.

El temor del mandatario se basa en que el país venía registrando menos de 7.000 de casos nuevos por día desde finales de diciembre, pero volvió a repuntar y superar este umbral a principio de mes.

Sin embargo, las autoridades intentan contrarrestar el efecto de las nuevas variantes del virus -algunas de ellas más contagiosas que la original- con la campaña de vacunación que comenzó el 9 de febrero pasado, una semana después de recibir el primer lote de vacunas Sputnik V prometidas por Rusia.

Irán comenzó este martes a restringir las inspecciones internacionales de sus instalaciones nucleares, tras expirar el plazo que fijó para el levantamiento de sanciones de Estados Unidos y el restablecimiento del acuerdo atómico de 2015.

En un comunicado, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, dijo en un comunicado que este martes entró en vigor una ley aprobada por el Parlamento en diciembre que reduce la cooperación con los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

«Oficialmente, anunciamos el 15 de febrero al Organismo Internacional de Energía Atómica que la ley del Parlamento entraría en vigor a partir de la mañana del 23 de febrero», añadió el jefe de la diplomacia iraní, quien no obstante destacó que Teherán continúa con sus cooperación con el OIEA en otras cuestiones.

Según un texto promulgado por el Parlamento, el Gobierno se ve obligado a limitar ciertas inspecciones del OIEA a instalaciones no nucleares, incluidos sitios militares sospechosos, de mantenerse las sanciones restablecidas en 2018 por el entonces Gobierno de Donald Trump, quien se retiró unilateralmente a su país del acuerdo nuclear de 2015.

En respuesta a la actitud del país norteamericano, desde 2019 Irán se fue progresivamente liberando de varias limitaciones que había acordado sobre su programa nuclear a cambio de una flexibilización de las sanciones en su contra.

Irán y el OIEA anunciaron el domingo un acuerdo «temporal» para mantener un control de las actividades nucleares, aunque reducido, mientras empiezan conversaciones entre las partes integrantes del acuerdo internacional para tratar de restablecerlo.

El director general del OIEA, Rafael Grossi, había afirmado que su organización sigue «siendo capaz de mantener el nivel necesario de vigilancia y constatación» tras las conversaciones con funcionarios iraníes, el domingo en Teherán.

Por su lado, el portavoz del Gobierno iraní, Ali Rabii, dio este martes la bienvenida a la conclusión de un acuerdo «eficaz y tranquilizador» con Grossi, añadiendo que evitaría «dañar las relaciones, la confianza mutua y la cooperación positiva entre Irán y el OIEA».

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se reunió hoy en Irán con autoridades el mismo día que vence el plazo impuesto por la República Islámica para que Estados Unidos levante sus sanciones y que el Gobierno acusó al flamante presidente Joe Biden de no cambiar nada con respecto a la política de su predecesor.

“Nada cambió. Biden afirma que la política de máxima presión de (Donald) Trump (con respecto a Irán) fue un fracaso total, pero la mantiene. El problema es que Estados Unidos se ha convertido en un adicto a las sanciones”, denunció Mohamad Yavad Zarif, canciller iraní y el hombre que personalmente negoció el acuerdo nuclear con Estados Unidos y el resto de las potencias mundiales en 2015, que luego Trump abandonó unilateralmente y reinstaló las sanciones.

“Necesitamos acciones, no promesas. Queremos ver un cambio de actitud para que no se vuelvan a repetir las arbitrariedades que comenzaron con con Trump”, agregó el ministro en una entrevista con el canal Press TV, reproducida por la agencia de noticias Sputnik.

Mientras el Gobierno iraní reclamaba a la Casa Blanca más celeridad y voluntad política para reactivar el acuerdo nuclear, el argentino Grossi intentaba evitar que la República Islámica avance aún más en su programa nuclear y termine de derrumbarse el ya comatoso acuerdo, del que aún participan las principales potencias europeas, Rusia y China.

Grossi dará una conferencia de prensa esta noche al regresar a Viena, sede del OIEA, según la agencia de noticias AFP. Por ahora, lo único que se sabe es que se reunió a puertas cerradas con el presidente de la Organización Iraní de Energía Atómica (OIEA), Ali Akbar Salehi.

Este funcionario iraní había explicado hace unos días que su Gobierno restringiría a partir del próximo martes ciertas inspecciones del OIEA a instalaciones no nucleares, incluyendo sitios militares considerados como sospechosos por las potencias occidentales, si Estados Unidos no levantaba las sanciones impuestas por Trump en 2018 cuando abandonó unilateralmente el acuerdo multilateral.

Ayer, el vicecanciller iraní Abas Araghchi adelantó en una entrevista de televisión que la fiscalización del organismo internacional, que es parte del sistema de la ONU, podría “ser reducida en un 20 a un 30%”.

“Esto no significa una retirada del acuerdo” de 2015, aclaró, sin embargo.

El escenario no es fácil para ninguna de las partes involucradas.

Biden no apoyó la salida del acuerdo nuclear en su momento y cuestionó duramente las sanciones, pero también busca mostrarse firme contra los Estados considerados rivales en Estados Unidos.

En Irán, en tanto, la decisión de Trump fortaleció a los sectores más conservadores en detrimento del Gobierno del reformista Hasan Rohani, el principal impulsor del acuerdo en el país, quien además ahora enfrenta la presión por la asfixia económica que generan las sanciones estadounidenses.

En este contexto, el vicecanciller iraní aseguró que están analizando la posibilidad de mantener “una reunión informal” con las potencias europeas firmantes, como propuso la Unión Europea, pero aclaró que primero lo hablará “con amigos y aliados como China y Rusia”.

Fuente: Télam

Los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Reino Unido y Alemania mantendrán hoy conversaciones con autoridades de Estados Unidos sobre las maneras de salvar el acuerdo nuclear con Irán, en una carrera contra reloj para evitar que la República Islámica restrinja el acceso a sus plantas a los inspectores de la OIEA.

El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, y sus pares alemán, Heiko Maas, y británico, Dominic Raab, se reunieron en París mientras que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, participará por videoconferencia.

En el encuentro se abordará principalmente el acuerdo nuclear alcanzado con Irán en 2015, que pende de un hilo desde que el expresidente estadounidense Donald Trump lo abandonó unilateralmente en 2018.

El Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) tiene como objetivo impedir que Irán se dote armas nucleares, a cambio de un alivio gradual de las sanciones internacionales que asfixian su economía.

Pero la República Islámica respondió al restablecimiento de las fuertes sanciones estadounidenses incumpliendo progresivamente su parte del trato.

«Los recientes pasos de Irán no ayudan en absoluto, ponen en peligro la vuelta de los estadounidenses» al acuerdo, advirtió Heiko Maas antes del encuentro.

«Aparentemente, Irán no está interesado en aliviar las tensiones, sino en la escalada. Están jugando con fuego», agregó el ministro alemán, citado por la agencia de noticias AFP.

Irán fue también el tema central ayer de la primera conversación telefónica entre el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Los dos dirigentes destacaron la «importancia de mantener consultas estrechas sobre los asuntos de seguridad regional, especialmente Irán», indicó la Casa Blanca.

La intensificación de los intercambios diplomáticos se produce días antes de un plazo preocupante: en virtud de la nueva legislación aprobada en diciembre, el Gobierno iraní planea restringir el acceso de los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a algunas instalaciones si Estados Unidos no levanta sus sanciones impuestas desde 2018.

El director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, tiene previsto viajar el sábado a Teherán para «encontrar una solución mutuamente aceptable», según el organismo con sede en Viena, que está preocupado por el «grave impacto» de estas restricciones.

Rohani dijo que estaba dispuesto a recibirlo. «Si quiere negociar, que negocie», dijo ayer, asegurando que «no se trata de dejar nuestra actividad nuclear sin inspecciones».

Desde que Washington se retiró del acuerdo y reimpuso sanciones, Teherán se liberó paulatinamente de muchas de sus obligaciones.

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero levantó esperanzas de que se reanudara el diálogo entre Washington y Teherán, tras la política de «máxima presión» ejercida por su predecesor.

Pero Biden advirtió que Estados Unidos tiene la intención de volver al pacto solamente cuando Irán vuelva a demostrar que lo cumple plenamente.

Teherán tiene que garantizar «una total y rápida cooperación», insistió ayer el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price.

La República Islámica, por su parte, pide en primer lugar el levantamiento de las sanciones en su contra.

«Todavía queda una pequeña oportunidad para limitar el daño», advirtió Ellie Geranmayeh, experta en Irán del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).

«Lo que se necesita ahora son gestos estadounidenses concretos que muestren realmente a Irán que Estados Unidos se aleja de la política de máxima presión del mandato de Trump», expresó.

Fuente: Jornada

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que no levantará las sanciones a Irán a menos que deje de enriquecer uranio, en un extracto adelantado de una entrevista que la cadena de televisión CBS transmitirá este domingo.

A una pregunta de la entrevistadora sobre si EE.UU. levantará primero las sanciones a Irán para conseguir que regrese a la mesa de negociaciones, Biden respondió con un tajante «no».

Irán empezó a enriquecer uranio al 20% en una central subterránea y capturó un petrolero de bandera surcoreana en la entrada del golfo Pérsico, agravando tensiones con las potencias occidentales que no han cesado de crecer desde que Estados Unidos se retiró de un pacto internacional para limitar su programa atómico.

La decisión vulnera el punto central del acuerdo nuclear de 2015 con las principales potencias y busca presionar a los firmantes europeos a restablecer el acuerdo luego de que Estados Unidos se retirara de él y volviera a imponer sanciones contra Irán.

La TV estatal iraní dijo que el vocero del Gobierno, Ali Rabiei, había anunciado que el presidente Hasan Rohani dio la orden para enriquecer uranio al 20% en la central nuclear de Fordo, informó la agencia de noticias AFP.

Hace una década, la decisión iraní de comenzar a enriquecer uranio al 20% casi había provocado un ataque israelí contra sus instalaciones nucleares y una escalada de tensiones que solo disminuyó con el acuerdo de 2015 con Estados Unidos, China, Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido.

El tratado de 2015 limita las actividades nucleares iraníes para evitar que la nación islámica construya armas atómicas, a cambio de la suspensión de las sanciones que asfixiaban a la economía persa. Con la salida de Estados Unidos, ese beneficio se vio afectado por las nuevas sanciones norteamericanas, sobre todo contra el sector petrolero iraní.

La medida anunciada hoy se suma a la serie de roces bilaterales desatados con la salida unilateral del presidente de Estados Unidos, Donald Trump del acuerdo en 2018.

Solo este año, la tensión escaló al punto de amenazar con un conflicto armado con dos asesinatos.

Primero, a principio de año, el de Qassem Soleimani, el general más respetado y poderoso de Irán, en un ataque reivindicado por Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad, la capital de Irak.

El segundo, a fines de año, con la muerte del padre del programa nuclear iraní, el fisico Mohsen Fakhrizadeh, asesinado cerca de Teherán en un ataque contra el convoy en el que viajaba.

Nadie reivindicó el ataque, pero Irán acusó a Israel y el Parlamento iraní aprobó una ley para almacenar «al menos 120 kilogramos por año de uranio enriquecido a 20%» y «poner fin» a las inspecciones del OIEA, lo que fue rechazado por el Gobierno de Rohani pero luego ratificado por un organismo de control constitucional.

La decisión iraní de hoy parece buscar presionar tanto a Europa, para que proporcione alivio de las sanciones de las que Irán es objeto, como al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien asumirá el próximo 20 de enero y ya adelantó que está interesado en volver a sentarse a negociar con la República Islámica.

En ese contexto de creciente tensión y expectativa, Irán también capturó hoy un buque cisterna con bandera de Corea del Sur en el estrecho de Ormuz, en la entrada del golfo Pérsico, según informaron la TV estatal y la agencia de noticias local IRNA.

El petrolero MT Hankuk Chemi fue detenido por «contaminación con combustible» en el golfo y el estrecho, según la versión periodística y la agencia de noticias semioficial Fars agregó que el buque fue capturado por fuerzas navales de la Guardia Revolucionaria de Irán.

El petrolero había estado navegando de Arabia Saudita a los Emiratos Árabes Unidos.

El Estrecho de Ormuz es un lugar estratégico, ya que por el se comunican el golfo de Omán y el golfo Pérsico, territorio compartido por Irán, Arabia Saudita y otros estados árabes, y es una de las rutas comerciales marítimas por las que pasa el petróleo más importantes del mundo.

A mediados de 2019, varios ataques a buques petroleros -detrás de los cuales Estados Unidos presume que estuvo Irán- tuvieron lugar en esa zona, lo que desencadenó una serie de capturas de naves internacionales por parte de Teherán y hasta el derribamiento de un dron iraní por parte de Washington.

La captura de un nuevo buque hoy, justo el mismo día que Irán confirma al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) su decisión de elevar sus niveles de enriquecimiento de uranio, sin dudas elevará la tensión tanto con Estados Unidos como con Europa en un momento en que se define si las negociaciones nucleares multilaterales se relanzan o no.

En el acuerdo de 2015, Irán acordó limitar su enriquecimiento a cambio de un alivio de las sanciones y convertir a su famosa planta de Fordo, escondida en las montañas, en una instalación de investigación y desarrollo.

Bajo el expresidente Mahmud Ahmadinejad, el antecesor de Rohani que prefería una posición más dura frente a las potencias occidentales, Teherán comenzó el enriquecimiento al 20%.

Israel, que tiene su propio programa de armas nucleares no declarado, decía temer que Teherán estuviera construyendo una bomba atómica.

Después del descubrimiento de Fordo, Estados Unidos trabajó en las llamadas bombas «destructoras de búnkeres» diseñadas para atacar tales instalaciones.

Hasta ahora, Irán había enriquecido uranio hasta un 4,5%, en violación del límite del acuerdo del 3,67%. Para fabricar armas nucleares, se necesita enriquecer uranio al 90%, pero desde un 20% es apenas un paso técnico.

Los expertos dicen que el país ahora tiene suficiente uranio de bajo enriquecimiento almacenado para al menos dos armas nucleares, si decide utilizarlas.

Irán sostiene hace años que su programa nuclear es pacífico.

Los incumplimientos de Irán, especialmente este avance en la pureza del uranio, pueden dificultar los esfuerzos de Biden para que Washington regrese al acuerdo.

Fuente: Diario Jornada