La cuestión de fondo reclamada es la inconstitucionalidad de dos decretos provinciales de la gestión de Mario Das Neves en el año 2005 que faculta al poder ejecutivo a enajenar tierras con bosque nativo. “Creo que la sentencia del STJ de Chubut es un precedente muy importante, y por ello, celebro que el Senado Nacional haya dado media sanción a esta iniciativa que presentamos”, finalizó Magdalena Odarda.
Proyecto de Ley Completo
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,…
Artículo 1.- Modificase el CAPITULO IV de la ley 26.815 de Manejo del
Fuego – Sistema Federal de Manejo del Fuego, de la siguiente
manera:
“OBLIGACIONES DE LOS PARTICULARES Y DEL ESTADO”
“Artículo 22 bis.- en caso de incendios, sean éstos provocados o
accidentales, de superficies de bosques nativos o implantados, de
propiedad del estado nacional o provinciales o de particulares, no
podrán realizarse modificaciones en el uso y destino que los bosques
poseían con anterioridad a dicho evento durante todo el tiempo que
insuma su recuperación forestal, período que no podrá resultar inferior
a 80 años.
Las superficies de bosque nativo afectadas por incendios serán
consideradas dentro de la categoría de conservación que establece la
ley 26.631 como Categoria I (rojo) a los efectos de su correspondiente
conservación.
Artículo 2.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
María M. Odarda. –
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El presente proyecto tiene el propósito de evitar que los bosques
nativos en todo el territorio nacional, que son objeto de devastación a
través de los incendios forestales -sean estos intencionales o no-,
pierdan su estatus de protección y tengan un destino distinto del que
poseían antes de tal evento.
Las principales causas de deforestación en nuestro país están dadas
por la expansión agrícola, la tala indiscriminada y los incendios
forestales.
Entre 1990 y 2005, el planeta perdió el 3% de su superficie forestal y
los porcentajes de deforestación siguen aumentando, desapareciendo
13 millones de has. al año aproximadamente. En el norte de nuestro
país, en el parque Chaqueño, en la región de la Selva de Yungas y
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
Selva Misionera es donde se hace más visible ese proceso destructivo
debido al avance de la frontera agrícola de los monocultivos
transgénicos y la ganadería, como principales causas.
Las zonas del monte sufren una degradación alta del ecosistema
debido a la tala, el sobrepastoreo y los incendios.
En la región andino patagónica, con una importante biodiversidad y
poco deterioro antrópico, una de las principales amenazas de
deforestación son los incendios.
En gran número de casos, después de los incendios, las regiones que
hasta ese momento podían ser protegidas por su relevancia ambiental,
cambian el destino del suelo convirtiéndose en lugares para la
explotación ganadera, maderera, de cultivos intensivos o con fines
inmobiliarios o de urbanización, countries o loteos, desapareciendo
definitivamente como patrimonio forestal.
En diciembre del 2002, la Secretaria de Ambiente y D. Sustentable de
la nación realizo un PRIMER INVENTARIO NACIONAL DE BOSQUES
NATIVOS, arrojando como resultado que la superficie de Bosque
Nativo en la República Argentina era de 33.190.442 hectáreas (Tierras
Forestales + Bosques Rurales), y la superficie de Otros Paisajes
Forestales era de 60.895.894 hectáreas (Otras Tierras Forestales:
corresponden a formaciones arbustivas de uso mixto en diferentes
niveles de degradación)
http://www.ambiente.gov.ar/archivos/web/PBVyAP/File/A1/Atlas/10_an
exo_superficie.pdf
En el 2012, la Dirección de Bosques de la SAyDS llevo a cabo el
“Monitoreo de la Superficie de Bosque Nativo de la República
Argentina” en el que se muestra que a pesar de la prohibición
estipulada en la ley nacional de presupuestos mínimos de protección
ambiental define a los bosques nativos (ley 26.339, artículo 8), hubo
un aumento de la deforestación.
Se analizaron tres regiones forestales que concentran el 85% de los
bosques nativos del país –el parque chaqueño, la selva misionera y la
selva tucumano-boliviana–, y se concluyo que durante el periodo
2006-2011, la deforestación fue superior en un 50% al período 1998-
2002, antes de la vigencia de la ley.
http://www.ambiente.gov.ar/archivos/web/PBVyAP/File/A2/informe_cart
ografiasuperficie_dic02.pdf
La ley nacional de presupuestos mínimos de protección ambiental de
bosques nativos define a los mismos como ecosistemas forestales
naturales compuestos predominantemente por especies arbóreas
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
nativas maduras, con diversas especies de flora y fauna asociadas, en
conjunto con el medio que las rodea -suelo, subsuelo, atmósfera,
clima, recursos hídricos-, conformando una trama interdependiente
con características propias y múltiples funciones, que en su estado
natural le otorgan al sistema una condición de equilibrio dinámico y
que brinda diversos servicios ambientales a la sociedad, además de
los diversos recursos naturales con posibilidad de utilización
económica.
Se encuentran comprendidos en la definición tanto los bosques
nativos de origen primario, donde no intervino el hombre, como
aquellos de origen secundario formados luego de un desmonte, así
como aquellos resultantes de una recomposición o restauración
voluntarias.
(ARTICULO 2)
El bosque nativo es un conjunto de miles de especies representantes
de los grandes grupos de de organismos vivos que entrelazan el
suelo, la atmósfera y las aguas, desde virus y organismos unicelulares
hasta organismos extremadamente complejos como las plantas verdes
y los cordados (Montenegro, 1999).
Los bosques cumplen un rol importante en la protección de las
cuencas hídricas, incluidas los glaciares al reducir los efectos de la
escorrentía, la erosión hídrica y eólica, para regenerar suelo, para
aumentar la infiltración y la alimentación de acuíferos, para conservar
la humedad del suelo y la atmosfera. Conservan la biodiversidad,
protegiendo a millones de especies vegetales menores y animales,
constituyendo parte importante de un ecosistema complejo en el que
cada especie cumple un rol determinante en la supervivencia del resto.
A su vez, los bosques contribuyen a la estabilidad climática y controlan
los efectos nocivos de los cambios climáticos globales, siendo además
de gran importancia socioeconómica para las comunidades que viven
en estas zonas, las que aprovechan los recursos que brindan estos
sistemas.
También existen bosques implantados que son aquellos que instaló el
hombre mediante la plantación de especies nativas y/o exóticas, con
fines principalmente comerciales o industriales.
En 2015 el Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (FNUB),
en su 11.ª reunión, examinará el Acuerdo Internacional sobre los
Bosques y, los logros obtenidos de acuerdo a los objetivos mundiales
que se plantearon en materia de bosques, según el programa de
trabajo desde el 2007 al 2015 . Los objetivos mundiales sobre bosques
que se establecieron son:
1. Invertir el proceso de pérdida de la cubierta forestal en todo el
mundo mediante la gestión forestal sostenible, incluidas actividades de
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
protección, restauración, forestación y reforestación, e intensificar los
esfuerzos para prevenir la degradación de los bosques.
2. Potenciar los beneficios económicos, sociales y ambientales de los
bosques, incluso mejorando los medios de subsistencia de las
personas que dependen de ellos.
3. Aumentar considerablemente la superficie de los bosques
gestionados en forma sostenible en todo el mundo, incluidos los
bosques protegidos, así como el porcentaje de productos forestales
que se obtienen de bosques gestionados en forma sostenible.
4. Invertir el proceso de disminución de la asistencia oficial para el
desarrollo que se destina a la gestión forestal sostenible y movilizar
una cantida significativamente mayor de recursos financieros nuevos y
adicionales procedentes de todas las fuentes para la gestión forestal
sostenible.
De todos esos objetivos se brindará mayor trascendencia al segundo,
en tanto la relevancia socioeconómica que poseen los bosques, lo que
representa un desafio, puesto que pocos países tiene datos acerca de
la importancia socioeconómica del bosque.
Las Estadísticas de Incendios Forestales 2013 del Programa Nacional
de Estadistica Forestal de la SAy DS, dan cuenta de las miles de
hectáreas desaparecidas anualmente como consecuencia del fuego
en las regiones fitogeograficas del país: Bosque Andino-Patagónico,
Espinal, Espeta Pampeana, Monte, Parque Chaqueño, Patagónica,
Selva Misionera, Selva Tucumano-Boliviana.
En total se registran 441.763,43 hectareas desaparecidas por
incendios en estas regiones. Comparando las hectáreas afectadas por
incendios en el periodo 2012 y 2013, puede verse un incremento
importante en el total de las jurisdicciones Centro, NEA, NOA, Norte,
Pampeana y Patagónica.
En el 2012 el total fue de 197.081,69 has y
en el 2013 fue de 441.763,43252. La variación porcentual fue de
124,15. (http://www.ambiente.gov.ar/?idarticulo=13176)
En las últimas semanas, en la provincia de Chubut se han perdido más
de 34 mil hectáreas de bosque nativo arrasadas por el fuego que
habría sido provocado intencionalmente.
Fue y sigue siendo – aun se trabaja en distintos focos-, el incendio
forestal más grande de la historia de nuestro país. Solo en la zona de
Cholila hay cerca de 25 mil hectáreas afectadas, mientras que en El
Turbio, la superficie llegaría a los 10 mil has.
La ley nacional 26.815 de Manejo del Fuego, tiene como objetivos
generales los establecidos en su Artículo 4:
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
I. Proteger y preservar el medio ambiente del daño generado por
los incendios;
II. Velar por la seguridad de la población en general y de las
personas afectadas al combate de incendios;
III. Establecer mecanismos para una eficiente intervención del
Estado en las situaciones que involucren o demanden
acciones y operaciones de prevención, presupresión y
combate de incendios que aseguren el adecuado manejo del
fuego.
Con el fin de cumplir con los objetivos planteados en este proyecto,
proponemos una modificación de la mencionada ley con el fin de
proteger las superficies boscosas que hayan sido objeto de incendios
– intencionales o naturales-, manteniendo el más alto estatus de
protección con el fin de su preservación y restauración, desmotivando
asimismo cualquier tipo de especulación inmobiliaria que pudiera
pretenderse por parte de quienes promueven estos incendios.
Otro Proyecto Presentado de Pino Solanas
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-1329/15)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,
…
Artículo 1°.- Modifícase el artículo 40 de la Ley 26.331 (Presupuestos
mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos), que
quedará redactado de la siguiente manera:
ARTICULO 40. — En los casos de bosques nativos que hayan sido
afectados por incendios o por otros eventos naturales o antrópicos que
los hubieren degradado, corresponde a la autoridad de aplicación de la
jurisdicción respectiva la realización de tareas para su recuperación y
restauración, manteniendo la categoría de clasificación que se hubiere
definido en el ordenamiento territorial.
Asimismo, en las zonas o áreas afectadas por los eventos detallados
en el párrafo precedente, prohíbase
por el término de ochenta (80)
años desde su conclusión:
a) La venta, concesión, división, subdivisión, loteo, fraccionamiento o
parcelamiento, total o parcial, de tierras fiscales.
b) La división, subdivisión, loteo, fraccionamiento o parcelamiento,
total o parcial, de las tierras de particulares
c) La actividad minera y petrolera.
Todo ello sin perjuicio de las restricciones y prohibiciones propias de
su categorización según la presente ley o por otras normas.
Art. 2°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Fernando E. Solanas. – Rubén H. Giustiniani. – Luis A. Juez. – Jaime
Linares. –
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Los graves incendios forestales que dañaron la Naturaleza de la
provincia de Chubut podrían constituirse en los peores de la historia
argentina moderna. Los expertos estiman en centenares de años el
tiempo que demorará la renovación del área de bosques nativos
arrasada.
En realidad, como señala el ecologista uruguayo Eduardo
Gudynas, “la pérdida de bosques nativos exige que se implantan
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
tareas de restauración ambiental que deberían medirse en siglos, e
incluso alcanzar un mileno. Esto significa la necesidad de acciones y
medidas, tanto en los gobiernos como en la sociedad, apuntando al
año 3015.” En efecto, el fuego ha alcanzado bosques milenarios de
alerces que existían cientos de años antes de la constitución de la
República Argentina.
Son, al menos, 34 mil las hectáreas afectadas por el fuego, casi dos
veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde
muchas familias han perdido sus medios de vida y sufrido enormes
bienes materiales.
Ya es conocido que detrás de estos trágicos e intencionales incendios
forestales en Chubut se encubre una tenebrosa trama de negocios
inmobiliarios en la que se entremezclan intereses privados y
complicidades gubernamentales.
El “extractivismo inmobiliario”, rapaz e incontrolado en la Patagonia, es
uno de los principales responsables de estos estragos.
La estrategia
es la siguiente: se incendian los bosques nativos que no permiten
desarrollos inmobiliarios. No queda nada.
Luego aparecen estos
intereses para «darle valor a la zona» y compran a bajo precio esas
tierras (fiscales o privadas), ya sin bosques, y lotean y fraccionan –
ilegalmente- con una ganancia extraordinaria.
En suma, negocios
privados a costa de todos y de la Naturaleza.
Pero hay otra cuestión fundamental, hasta ahora oculta, para
comprender que poderosos intereses se esconden detrás de estos
intencionales incendios.
Un exhaustivo trabajo del investigador
Federico Soria nos revela que debajo de los bosques quemados hay
valiosos minerales, y hay concesiones mineras, de las cuales la mitad
son de oro.
En efecto, si superponemos el mapa de bosques nativos
elaborado por el propio Gobierno de Chubut con el mapa del catastro
minero, gran parte de los bosques incendiados coinciden con
concesiones mineras. Soria nos revela que, en base a lo que señalan
los documentos oficiales, el 40% de los bosques nativos del Chubut
(400 mil hectáreas sobre 1 millón) están amenazados por la
megaminería metalífera al estar concesionados a empresas mineras.
Por lo tanto, aun si se trata de las primeras etapas de cateo o
exploración, la existencia de concesiones mineras en los bosques
nativos supone la expectativa de explotación por parte de las
corporaciones extractivas.
Grandes transnacionales han invertido
tiempo y dinero en la tramitación y adquisición de estos derechos
mineros, y resulta que el impedimento -fáctico y jurídico- a su
explotación es la existencia de estos bosques nativos sobre sus
concesiones mineras, por lo que no es difícil conjeturar que estos
intereses también estuvieron detrás de estas deliberadas
devastaciones.
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”
Por ello proponemos una modificación en la Ley Nacional de
Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques
Nativos (N° 26.331) para agregarle que en las zonas o áreas
afectadas por incendios forestales (intencionales o naturales) se
prohíba, por el término de 80 años desde su suceso, la venta,
concesión, división, subdivisión, loteo, fraccionamiento o
parcelamiento de tierras fiscales. Asimismo, debe vedarse la división,
subdivisión, loteo, fraccionamiento o parcelamiento de las tierras de
particulares.
Y, por último, prohibirse en esas áreas afectadas –por el
mismo plazo- toda posibilidad de actividad minera y petrolera.
Sin perjuicio de las inmediatas tareas de restauración que deben
iniciarse, ésta es la única manera de eliminar los «móviles»
fundamentales que existen detrás de estos incendios intencionales
que son su posterior usufructo por parte de especuladores
inmobiliarios o de las actividades extractivas como la megaminería o la
actividad petrolera.
Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente
proyecto.
Fernando E. Solanas. –